Una de las comidas más típicas de Suiza e ideal para estaciones frías es la fondue. Seguramente has probado ya la de chocolate o queso, aunque con un poco de inventiva puedes darle tu toque personal, y sobre todo, hacerla menos calórica. Esto dependerá sobre todo de la salsa con la que bañes tus alimentos.

Preparar una fondue es muy útil cuando actuamos de anfitriones para muchos invitados. En un abrir y cerrar de ojos puedes preparar una exquisita cena, comida o merienda.

¡Sorprende a tus comensales con una deliciosa fondue!

La fondue consiste en sumergir -con un pincho- pequeños trozos de alimentos en líquidos o salsas que se conservan calientes en una pequeña olla de barro o hierro (gracias a un mechero situado debajo de la olla). El hecho de que la olla con la salsa pula pula inflavel sea común a todos los comensales fomenta un gran clima de unión. Las fondues en las reuniones con amigos pueden resultar inolvidables.

En todas las tiendas de menaje para el hogar encontrarás estos utensilios. Aunque también puedes organizar tu propia fondue con los materiales que tengas en casa: un cuenco grande para la salsa, otros más pequeños para los alimentos que se combinarán con la fundue y unos palillos de brochetas para coger estos alimentos.

Puedes utilizar una variedad enorme de alimentos para acompañar la fondue, por ejemplo: verduras crudas o cocidas; carnes, pescados y mariscos cocidos; quesos y frutas. Solo debes elegir los que más se adecuen a tu salsa.

¡Disfrútala!

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