El drenaje linfático se utiliza en estética para combatir la celulitis, así como para dar más tono muscular en zonas como muslos y brazos. Es una técnica especialmente indicada para problemas de retención de líquidos, frecuentes en brazos, abdomen, caderas y piernas. También para aquellas personas con frecuentes dolores de piernas.

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Técnicamente, el drenaje linfático manual es una forma de masaje muy suave e indoloro para el paciente, que favorece el funcionamiento del sistema linfático. A través de maniobras manuales, el terapeuta drena o desplaza la linfa (que se ha quedado estancada) hacia los ganglios linfáticos superficiales para su evacuación normal hacia el torrente venoso.

Una de las aplicaciones fundamentales del drenaje linfático manual está en el campo de la medicina para el tratamiento de lipedemas, edemas traumáticos, edemas de embarazos o del síndrome premenstrual, fleboedemas o complicaciones linfáticas posteriores a una cirugía estética.

Recuerda que el drenaje linfático manual es una prescripción médica y debe ser realizado exclusivamente por un profesional especializado para garantizar la eficacia del tratamiento. El tiempo que dura una sesión es variable, pero nunca debe bajar de una hora si se quiere realizar un tratamiento completo.

¡Anímate a probarlo! Con el tratamiento de drenaje linfático conseguirás:

1. Prevenir el desarrollo de celulitis al mismo tiempo que reducirás su acumulación.
   

2. Prevenir problemas circulatorios.
   

3. Reducir edemas.
   

4. Aliviar el dolor de las piernas.
   

5. Mejorar el aspecto de la piel y moldear piernas, brazos, nalgas y vientre.