La depresión y la ansiedad, ligadas al riesgo de demencia
Las personas mayores que presentan altos índices de ansiedad y/o depresión presentan mayores probabilidades de padecer demencia senil. Es lo que se desprende de un nuevo estudio llevado a cabo en el Rush University Medical Center in Chicago, en Estados Unidos.
No es del todo conocido el mecanismo por el que el distrés (ansiedad y depresión) puede aumentar el riesgo de demencia senil. Experimentos con animales han demostrado que condiciones estresantes crónicas atrofian el cerebro, disminuyendo las capacidades de aprendizaje y memoria.
Sin duda, una de las mejores herramientas para luchar contra el distrés crónico es el ejercicio físico. Consecuentemente, el ejercicio físico, practicado de forma regular, podría ayudar a prevenir la aparición de demencia senil.
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